Crítica retro ‘Incombustibles’ [Karne Cruda]

Karne Cruda celebró los diez años con un disco, Incombustibles.

Karne Cruda arranca en 2004 en Comillas (Cantabria). Dos años después, la formación pone la piedra madre del proyecto, una maqueta autogestionada bajo el título de Punk suzio y asqueroso. Desde ese momento, la banda alterna momentos de parón y de actividad, los cuales dan pie a dos discos de gran formato: Melodías deskiziadas (2008) y Días como navajas (2012). La formación, poco dada a disfrutar del estudio, edita Incombustibles (descargar disco) en 2014, coincidiendo con su décimo aniversario.

Cuando uno se pone Incombustibles, queda claro que la propuesta de Karne Cruda ya no se ajusta a lo que un inmortal de rock entiende por «suzio» o «asqueroso». Si en la primera obra encontamos una velocidad desmedida y en el segundo cierta pesadez, en este tercer paquete de canciones el grupo da con la tecla exacta, ya que presenta un equilibro estupendo entre el acelerador y un horizonte musical con mucho que aportar. A ello contribuye también el buen trabajo de producción.

El motivo principal del cambio, del salto, tiene su origen en la importancia que Karne Cruda da a las guitarras. Éstas, en manos de Jorge y César, adoptan múltiples formas -todas cojonudas- y desprenden especial carisma cuando se atrincheran en los riffs. Con ellos, las canciones encuentran su mejor aliado, alejándose de una estructura demasiado regular y monótona.

Asimismo, el resto de ítems están más que a la altura y contribuyen a que los treinta minutos del compacto gocen de relieve. El vocalista interpreta con la dosis justa de odio, los coros apotan gran mucho cuerpo (en ocasiones como contramelodías) y los estribillos son tan rápidos como atractivos.

Incombustibles cuenta con once cortes que desprenden salvajismo y potencia, y el resultado resulta tan orgánico que no sobra nada. Es decir, el disco se escucha del tirón. Sin embargo, podemos arriesgar y señalar un par de temas que se llevarían la plama. El primero, La carretera del r’n’r, abre el disco de manera fantástica, poniendo el listón muy alto para las pistas que le siguen. Además, se puede entender como un corte autobiográfico. El segundo ocupa la posición cuatro y se titula Odioso. En él, Karne Cruda prepara un cóctel genial con elementos tan clásicos del punk como el ser humano, el odio y la violencia.

Las letras de las canciones (mención especial para Odioso), por su parte, se muestran como un reflejo de la idiosincrasia de la banda, como un reflejo de lo que rodea a los integrantes del grupo. Así, juegan a lo callejero, a lo social y a lo personal. Esto es, encontramos canciones dedicadas a la crítica política, a la música e incluso la defensa del individuo libre.

El compacto supuso un antes y un después para Karne Cruda, ya no sólo en lo referente a su forma de trabajar, sino en cuanto a su consideración como grupo. Incombustibles, un gran álbum de parada obligatoria para los amantes del punk rock contundente y montaraz.

SABICIO

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