ROCKTÁMBULO

Reflexión y documentación del rock en español.

Crítica ‘La mueska’ [La Mueska]

La Mueska se estrena con un disco homónimo.

La mueska punk rock skaLa Mueska publica su primer larga duración, La mueska. El grupo, afincado en Gijón, se construye desde la combinación de estilos alrededor del ska [obvio]. Las diez pistas del compacto muestran una predominancia del discurso inconformista.

La banda abre con Sin cadenas, que tiene una pequeña introducción instrumental de quince segundos. En ella asoma un estilo cercano al rock y el ska, con énfasis pero sin demasiado alboroto. Tras ello, se acelera el paso y se concatenan riffs atractivos. El ritmo de la estrofa es muy regular, mientras que el del estribillo muestra más empaque gracias al uso de la contramelodía. Aquí se engranan lo expositivo y el ímpetu, respectivamente. Bajo este paraguas se refrenda el mensaje combativo.

La Mueska recrudece su sonido en Ni una más. Igualmente, adquiere un matiz caótico que se percibe sobre todo en el fraseo y la producción. Como consecuencia, la estrofa pierde armonía en favor de la contundencia. Por el contrario, el estribillo se ve favorecido, en parte por el arrope que presenta la voz. El tema, centrado en la violencia de género, puede chirriar en el primer contacto, pero tras ese impacto, gana muchos enteros, hasta volverse uno de los mejores del compacto.

La tercera pista, Fase terminal, supone el single del álbum. Esta decisión es acertada, porque tenemos un corte ágil y con carisma, reforzado con vientos y fragmentos bailables. En ella también contamos con una segunda voz, la de Mario, guitarrista de la formación. En su esencia más pura, resulta diferente a la de David, más madura y sugerente. Y se maneja bien con el verso [lástima que cierre su arenga de forma un tanto inocente]. El discurso del cambio climático pasa a la primera plana. Una pista con desparpajo que perfectamente te puedes poner una y otra vez.

La Mueska banda

Víctor, David, Manu, Mario, Marcos y Borja // FOTO: La Mueska

El buen regusto que deja Fase terminal se amarga un poco con Hasta el final, donde nos enfrentamos a un trasunto de Despistaos. Este efecto viene dado por la interpretación, basada en un verso que se alarga en la misma media que se endulza. Por su parte, los instrumentos se mantienen en su espíritu animoso. Con estos mimbres, la pieza pierde fuelle y se escora hacia el pop rock. Ahora bien, esto no significa que sea una canción desechable: los paladares más golosos tal vez la disfruten, en parte porque luce un texto vitalista.

En María Virtudes, La Mueska abre la ventana del ska para que la fuerza de la fiesta lo invada todo. Suenan ecos de Ska-P y The Locos. En contraste con ese buen rollo de la jarana, tenemos un puente que hace de valle, tirando de reggae. La letra, en este caso, nos acerca a la rutina de la mujer del título.

Y aquí tenemos una narrativa un tanto peliaguda: «Deja el ganchillo, por favor, levántate de ese sillón, apaga ya el televisor, y apaga el puto Sálvame […] eh, no, eso no es digno de ti, una mujer madura prisionera de vivir».

La Mueska logo

Clic para acceder a su Facebook

El grupo juega con fuego al establecer la correlación ganchillo = menor dignidad o televisión = menor dignidad, e incluso la de telebasura = menor dignidad (se desprende). Al margen de que podría incurrir en cierta superioridad moral, carga la culpa en el personaje, a la vez que lo despoja de un contexto que permita establecer una base sólida [pido disculpas si mi interpretación es errónea].

De ahí saltamos a Perdido. Salvo los riffs de reposo y aquellos útiles para coger carrerilla, los instrumentos se dejan querer por el punk rock. El verso es ágil, la batería golpea en seco y los vientos actúan para elevar la tensión. El ritmo se presta a la constancia, con una estrofa y un estribillo armados de forma muy semejante. Es el puente el encargado de añadir un punto de color, con acordes incisivos y melódicos. Eso sí, es apenas un parpadeo. La pista habla de la incertidumbre, de una huída hacia delante con momentos buenos pero cortos.

La Mueska camisetaLa entrada de Mi objetivo parece ser in media res. Destacan el vigor del último minuto y la interacción de la trompeta en forma de solo; esto es, arranque de intensidad y la partitura de Borja. Ahora bien, no resulta menos cierto que la primera mitad no termina de ser del todo redonda, la rima peca de sencilla y la letra tira de los argumentos típicos del manual.

Descontrol refleja la actitud de la banda. Sus ganas empujan una pista funcional, con coro y dos voces. Éstas, tal vez juegan un papel parecido, pero que llegan a diferenciarse. La lírica se centra en una noche de borrachera, y bajo esta premisa se desprenden gotas cómicas y hasta pequeñas dosis del fantástico, a lo Pratchett.

La penúltima canción, Pa’lante, funciona bien en la unión de estilos. El grupo mezcla ritmos, que nos llevan otra vez a The Locos y, más sorprendente, a Huecco. Así, tenemos algo de ska, de rock, de reggae y de rumba. Sobresale el estribillo: cuando entra, explosiona el optimismo y la vivacidad. El contenido podría haber motivado este álbum.

La muesca final del disco, La era zombie, luce enérgica, en esa línea que separa el ska del punk rock. Cierra un corte dinámico, pero con menos poder de atracción por su estilo directo. En ella, la alegoría del apocalipsis zombie se hace realidad.

La ópera prima de La Mueska mantiene un buen nivel. Encontramos piezas que ya justifican meterle un muerdo (Ni una más y Fase terminal, por ejemplo), pero a éstas, además, vienen acompañadas un colchón de canciones que no desmerecen. Ahora bien, es justo señalar que el álbum desluce un poco al final. Las pistas más vistosas y curiosas se lanzan en la primera mitad, y la segunda da cobijo a más descontrol o liviandad. Por último, añadir que la dupla David-Mario no se explota lo suficiente.

Si bien en la actualidad el ska mainstream no goza de los favores del circuito del rock (con excepción de festivales y macroeventos), la banda ha confeccionado treinta minutos que se disfrutan sin problemas.

La mueska (2020)

1) Sin cadenas 2) Ni unas más 3) Fase terminal 4) Hasta el final 5) Marís Virtudes 6) Perdido 7) Mi objetivo 8) Descontrol 9) Pa’lante 10) La era zombie

SABICIO

Si te ha gustado, puedes seguirme en:

Rock

Rock

Deja un comentario

Información

Esta entrada fue publicada en 05/11/2020 por en Música, Reseña/Crítica y etiquetada con , .

Archivos