Crítica ‘Saudade’ [Lülu]

Lülu presenta Saudade, todo lo que lleva dentro.

Tercera entrega de Lülu en solitario. Esta vez publica un EP compuesto por una sola pista. Dieciséis minutos. Saudade, grabado en Tresnueces Estudio, muestra al exlíder de Forraje más íntimo y melancólico, con la vista puesta en aquellos hitos que lo forjaron como músico.

La composición abre con unos efectos de sonido que dibujan una pintura tan plástica como reconocible en el imaginario del cantante. La lluvia y las gaitas nos traen el húmedo invierno de Galicia, y con éste, la esencia de esa saudade que reza el título. Lülu apela a la tierra con cierta solemnidad.

Cuando nos adentramos en la melodía, encontramos acordes melosos de nostalgia que abrazan muy bien el tono acolchado del vocalista, piano mediante (Álvaro Rodríguez). La letra se muestra ante nosotros en la misma medida que lo hace el cantante. La primera persona nos ofrece un echar de menos que atañe a lo sentimental, a lo material e incluso a lo ideológico.

Lülu // FOTO: Lülu

A los cuatro minutos de pista, damos con el primer giro, que tiene nombre propio: Extremoduro. Porque Lülu nunca oculta sus referentes, ni en sus obras ni en las acciones alrededor de las mismas (obviamente, no podían faltar en una pista de este tipo). Metidos en esta transición, confirmamos que podrían ser minutos prestados de La ley innata. Las guitarras acometen con intensidad, como oleadas cargadas de dramatismo. Dan paso al saxo (Juanma López), que resta crudeza a la vez que aporta prestancia. La vuelta del verso nos deja un buen fraseo, que destaca por la vestimenta instrumental: solo rockero, vuelo pop y arranque sufrido al más puro estilo Forraje.

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Siete minutos de canción destapan el siguiente cambio de registro. La máquina para y se adentra en el flamenco. La guitarra clásica (Fausto Rodríguez) acompaña a un Lülu con el sombrero de Kutxi, pero enmarcado en la canción de autor. Por primera vez en la historia del cantante, y reforzando la idea de saudade, se recurre a la voz gallega. De este recurso se sale con un solo de guitarra rayano el hard rock, para dar con uno de los riffs de la escuela Extremoduro y una batería seca y empoderada.

Estos elementos melódicos los cobija un texto que enlaza el pasado y el presente a través de la creación artística, dando de frente con lo que se comprende como el estribillo del disco.

Tras llegar a la cumbre, la pista desciende hasta el pie, donde se deja querer por la sensualidad del saxo. La marea baja proyecta un Lülu que se ha vaciado, post-catarsis: la conciliación con lo que uno ha sido y cree ser. La melodía lleva al primer plano la gaita, que araña en la saudade como algo lejano pero sentido desde una mirada próxima. Los dieciséis minutos de canción cierran como se inician, cerrando el círculo.

Saudade se erige como la pieza más valiosa de la discografía de Lülu. Primero llegó A medio camino y después De aquellos polvos…, pero no ha sido hasta ahora que el de A Pobra Do Caramiñal ha facturado una obra con suficientes requerimientos.

El álbum no oculta sus referentes, y en este punto encontramos una cara y una cruz. A favor porque el resultado es notable, consigue transitar por múltiples escenarios sin mostrar lagunas ni flojear; en contra porque este primer factor queda ensombrecido por sus referencias, demasiado palpables. Este pero, no obstante, es una constante en la carrera de Lülu, de modo que Saudade podría verse como un paso más.

Saudade (2020)

1) Saudade

SABICIO

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